El Real Madrid busca mantenerse a la vanguardia no solo en lo deportivo, sino también en lo médico. Tras la salida de Niko Mihic como jefe de los servicios médicos al finalizar la temporada pasada, el club decidió dar un giro radical en su metodología con un objetivo concreto: disminuir el número de lesiones, en especial las musculares, que en la campaña 2024-25 rondaron las 40 y afectaron de forma considerable al rendimiento del equipo.
Conscientes de que en el futbol moderno, marcado por la sobrecarga de partidos y la creciente intensidad, es imposible erradicar completamente las lesiones, la apuesta del club es reducirlas al mínimo anticipando riesgos antes de que aparezcan. Para lograrlo, los servicios médicos renovados cuentan con una herramienta poderosa: la inteligencia artificial