Tras varias semanas flexionando sus músculos en el Caribe, la administración del presidente Donald Trump lanzó su primer golpe el pasado martes al destruir una lancha rápida supuestamente cargada con estupefacientes en la que viajaban miembros de la organización venezolana Tren de Aragua.

Aunque la lectura inicial fue la de una operación contundente contra el narcotráfico, el incidente desató cierto debate con relación al uso de la fuerza militar en la lucha contra las drogas, la justificación legal que se empleó para el ataque y algunos de sus detalles, que no están del todo claros todavía.

Tras hacer el anuncio durante un evento en la Casa Blanca, Trump celebró la acción en redes sociales, publicando un video en blanco y negro en el que se observó a una lancha viajando a toda velocidad

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