Rusia ha llevado a cabo un ataque masivo en Ucrania, utilizando más de 800 drones y misiles, lo que ha resultado en al menos tres muertos y 18 heridos en la capital, Kiev. Este ataque, que se produjo en la madrugada del domingo, marca la primera vez que la sede del Gobierno ucraniano es blanco de un ataque desde el inicio del conflicto. Entre las víctimas se encuentran un bebé y una mujer joven, según informaron los servicios de emergencias y las autoridades locales.
El Mando de las Fuerzas Aéreas de Ucrania reportó que Rusia lanzó un total de 805 drones suicidas del tipo Shahed y otros drones desde territorio ruso y la península de Crimea, superando el récord anterior de más de 740 drones en julio. El ministro de Exteriores de Ucrania, Andrí Sibiga, destacó la magnitud del ataque, subrayando el cinismo de esta escalada por parte de Vladimir Putin, justo cuando el presidente de EE.UU., Donald Trump, busca la paz en la región.
Además de los drones, Rusia disparó nueve misiles Iskander-K y cuatro misiles balísticos Iskander-M/KN-23. Las defensas antiaéreas ucranianas lograron derribar 747 drones y cuatro misiles, pero aún así se registraron impactos en 37 ubicaciones, incluyendo la sede del Gobierno, que sufrió daños significativos en su techo y pisos superiores. Fotografías del Servicio Estatal de Emergencias (DSNS) muestran incendios en las últimas plantas del edificio gubernamental.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, informó que en el distrito de Sviatoshynskyi, un edificio residencial de nueve plantas quedó gravemente dañado, y en otro de 16 plantas, fragmentos de misiles provocaron un incendio. Klitschko también mencionó que una anciana falleció en un refugio antiaéreo en el distrito de Darnytskyi. En total, se registraron incendios en varios edificios residenciales y otros lugares, incluyendo un taller de reparación de automóviles.
En Odesa, tres personas resultaron heridas y varios edificios sufrieron daños. En Krivói Rog y Dnipropetrovsk, el ataque dejó cuatro heridos y causó daños a infraestructuras. En Kremenchuk, el alcalde reportó cortes de electricidad en parte de la ciudad debido al ataque.
La primera ministra ucraniana, Yulia Sviridenko, enfatizó que, aunque los edificios pueden ser restaurados, las vidas perdidas no se pueden recuperar. Sostuvo que el mundo debe reaccionar ante esta destrucción con acciones concretas, incluyendo un aumento de las sanciones contra Rusia y un suministro de armas a Ucrania para detener el terror diario que enfrenta la población.