PÚBLICO – La propuesta de habilitar la Casona de Carranza como un punto de atención ciudadana y base parcial de la Policía Municipal plantea cuestionamientos sobre su verdadero beneficio para la comunidad. Aunque el alcalde Enrique Galindo Ceballos afirma que solo se ocupará una parte del inmueble y que se busca garantizar seguridad en la zona, no queda claro si este uso prioriza la vigilancia efectiva o si responde a conveniencias políticas o de imagen. La intervención limitada y el comodato con el propietario privado generan dudas sobre la transparencia del proceso, la inversión de recursos públicos y la ausencia de estudios de impacto o diagnóstico urbano previos. Este tipo de decisiones obliga a cuestionar si realmente se atienden necesidades ciudadanas o solo se ocupa un espacio hist

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