
En un contexto de tensiones geopolíticas crecientes, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reiteró este domingo la importancia de mantener la región de América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares y un espacio de paz, y enfatizó que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) tiene la responsabilidad de salvaguardar estos logros históricos frente a amenazas externas.
" América Latina y el Caribe es Zona Libre de Armas Nucleares y Zona de Paz ", afirmó el mandatario cubano en la red social X. "Celac tiene la obligación de proteger esos logros frente a la grave amenaza para la seguridad regional que representa la operación militar desproporcionada de EE.UU. en el Caribe bajo falsos pretextos."
El Tratado de Tlatelolco prohíbe a los países latinoamericanos y caribeños cualquier práctica relacionada con el uso militar de la energía atómica, en una lista que incluye ensayos, fabricación, producción o adquisición de armas nucleares, así como cualquier forma de asentamiento de esta clase de armamento. Sin embargo, últimamente se han agravado las tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, principalmente debido al despliegue militar estadounidense en la zona del Caribe.
La amenaza militar de EE.UU. ha sido rechazada por varios países latinoamericanos. Las naciones que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron el despliegue en una cumbre virtual. Los líderes de Cuba , México , Colombia y Bolivia también criticaron las acciones de Washington . A ellos se sumaron China y Rusia , con los que el Gobierno de Venezuela mantiene lazos estrechos.
La militarización del Caribe que preocupa a Latinoamérica
Los medios internacionales anunciaron en agosto un despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe para supuestamente enfrentar a los cárteles de la droga. La fiscal general de EE.UU., Pamela Bondi, duplicó la recompensa por información que condujera al arresto del presidente venezolano, Nicolás Maduro, bajo la acusación infundada de liderar un "cártel de narcotráfico".
Esto ha sido denunciado por Caracas como maniobras orientadas a forzar un cambio político y apoderarse de sus recursos naturales. El lunes Maduro afirmó que su país "está enfrentando la más grande amenaza" en los últimos 100 años, con ocho barcos militares, 1.200 misiles y un submarino nuclear.
El 2 de septiembre, la Administración Trump ordenó un ataque aéreo contra una pequeña embarcación, que supuestamente procedía de Venezuela y transportaba drogas, en aguas internacionales del mar Caribe. De acuerdo con el mandatario estadounidense, en el operativo, dirigido contra el grupo delictivo Tren de Aragua, murieron 11 personas .
Por su parte, Maduro declaró que las acusaciones de narcotráfico contra su país son una mentira "tan burda y tan falaz como que Irak tenía armas de destrucción masiva" . En ese contexto, indicó que "Venezuela no es un país relevante en materia de narcotráfico" y subrayó, citando los datos de la ONU, que toda la cocaína se produce en Colombia , que "tiene más de 400.000 hectáreas de hojas de coca".
Pese al aumento de las fricciones, Maduro se mostró abierto al diálogo con Trump siempre que no se imponga la "diplomacia de las cañoneras" de su secretario de Estado, Marco Rubio.