OSLO, Noruega (AP) — Los noruegos acudieron a las urnas el lunes en el principal día de votación para un nuevo parlamento, tras una campaña en la que el futuro de un impuesto sobre la riqueza que data de finales del siglo XIX ha sido un tema central.

Aproximadamente 4,3 millones de personas en la nación escandinava pueden votar al nuevo parlamento de 169 miembros, o Storting. Se espera un resultado reñido entre un bloque de centroizquierda liderado por el Partido Laborista del primer ministro Jonas Gahr Støre y un bloque de derecha.

Se esperan resultados oficiales el martes, y es probable que se vean seguidos por semanas de negociaciones para formar una coalición y acordar los puestos del gabinete antes de que el rey Harald pueda juramentar a un nuevo gobierno.

Es poco probable que el resultado tenga implicaciones importantes para la política exterior de Noruega. El país es un miembro firme de la OTAN y un fuerte defensor de la defensa de Ucrania contra Rusia, con la que comparte una frontera en el Ártico norte. No es miembro de la Unión Europea, pero tiene estrechos lazos económicos con el bloque de 27 naciones.

Noruega es uno de los países más ricos del mundo. Tiene un generoso estado de bienestar, posee miles de millones de barriles de petróleo y gas, y cuenta con uno de los fondos soberanos más grandes del mundo, valorado en alrededor de 20 billones de coronas (dos billones de dólares). El producto interno bruto per cápita es el sexto más alto del mundo, un puesto por encima de Estados Unidos, según el Fondo Monetario Internacional.

También es uno de los países más igualitarios del mundo, compartiendo su riqueza de manera mucho más equitativa que muchos otros.

El Partido Laborista quiere mantener el impuesto sobre la riqueza que ha sido un pilar de la política noruega desde 1892: un gravamen de hasta el 1,1% sobre activos y acciones valorados en más de 1,76 millones de coronas (alrededor de 176.000 dólares), aunque existen varias reducciones y descuentos. El Partido Laborista afirma que eliminarlo costaría 34.000 millones de coronas (3.300 millones de dólares) por año.

De sus rivales de la derecha, los Conservadores quieren reducirlo y el Partido del Progreso de Sylvie Listhaug, que aboga por impuestos más bajos y más controles de inmigración, quiere eliminarlo.

Las encuestas han mostrado al partido de Listhaug por delante de los Conservadores, liderados por la ex primera ministra Erna Solberg, quienes fueron el socio principal en el último gobierno de centroderecha de 2013 a 2021. Se ha visto fortalecido por una enérgica campaña en redes sociales, impulsada por jóvenes influencers que han inspirado a los votantes más jóvenes en contra del impuesto sobre la riqueza.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.