Descifrar al secretario de Estado, Marco Rubio, da idea de qué realmente quiere Donald Trump.

Su escala en México es un capítulo de un proceso de integración de la región a la estrategia de lucha contra el narcotráfico.

Cada intervención lleva un hilo conductor en las acciones a implementar y, de paso, hacer valer la hegemonía militar, política y económica.

En la perspectiva de Trump no hay socios, sino subordinados y enemigos; cada gobierno decide de qué lado estar.

No hay principios ni valores, sólo intereses y, para efectos prácticos, prevalecen los de EU; aunque abatir al narcotráfico es tarea que a todos convoca.

El objetivo mayor, por el momento, es Nicolás Maduro, desprovisto de legitimidad por mantenerse en el poder contra el voto mayoritario de los venezolanos, además de que

See Full Page