Todavía es domingo. Ha sido un día intenso para el flamante número uno del mundo. Horas después de su victoria ante Jannik Sinner en el Open de Estados Unidos, con el trofeo junto a él, que ya tiene grabado su nombre por segunda vez, Carlos Alcaraz, 22 años, se sienta unos minutos con un reducido grupo de representantes de la prensa española. Viene contento, de celebrar con los miembros de su equipo y su familia entre champán, felicitaciones y abrazos.
Ha hablado mucho estos días de encontrar un equilibrio, de estar contento tanto fuera como dentro de la pista. ¿Qué es específicamente lo que le ha llevado a ser feliz fuera de la pista? Porque imaginamos que en la pista son triunfos como este...
Sí, los triunfos ayudan mucho (sonríe). Cada persona es distinta y cada jugador necesita una c