Pekín ha decidido reforzar su presión sobre el sector porcino europeo en una velada represalia a las tasas aplicadas por Bruselas a los coches eléctricos 'made in China'. Y planea hacerlo a lo grande, añadiendo aranceles de hasta el 62,4% a las exportaciones de carne de la UE. En España la patronal ya ha matizado que sus empresas pagarán solo un 20% (alguna incluso menos), pero si hay un país que puede mirar con satisfacción la decisión de China no es España, sino Rusia.

Al fin y al cabo Moscú lleva tiempo queriendo ganar cuota de mercado en Asia.

¿Qué ha pasado? Que el porcino europeo ha arrancado septiembre con turbulencias. Turbulencias que afectan además a uno de sus grandes mercados: China. El viernes el Ministerio de Comercio del gigante asiático anunció que desde este m

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