SAN JUAN (AP) — El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, y el general de la Fuerza Aérea Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, realizaron una inesperada visita a Puerto Rico el lunes mientras Estados Unidos intensifica sus operaciones militares contra el narcotráfico en el Caribe.

La llegada se produce más de una semana después de que barcos con cientos de marines estadounidenses se desplegaron en Puerto Rico para un ejercicio de entrenamiento, lo que provocó críticas de algunos en la isla.

Pero Hegseth publicó el lunes en la red social X un video en el que aseguró que los marines que fueron desplegados estaban "en la primera línea de defensa del territorio estadounidense".

“No se equivoquen, lo que están haciendo en este momento no es un entrenamiento. Este es un ejercicio del mundo real en nombre del interés nacional vital de los Estados Unidos de América para acabar con el envenenamiento del pueblo estadounidense”, dijo a bordo del USS Iwo Jima.

Horas antes, la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, declaró que Hegseth y Caine visitaron el territorio estadounidense a nombre del presidente Donald Trump para apoyar a quienes participan en el entrenamiento.

“Agradecemos al presidente Trump y a su administración por reconocer la importancia estratégica de Puerto Rico para la seguridad nacional de Estados Unidos y por su lucha contra los cárteles de la droga y el narcodictador de Nicolás Maduro”, expresó González.

Hegseth y Caine se reunieron con funcionarios en la Base Muñiz de la Guardia Nacional Aérea del Ala 156 en Carolina, una ciudad al este de la capital, San Juan.

González comentó que Hegseth habló con casi 300 soldados en la base y agradeció a los militares por su trabajo. Luego partió hacia el USS Iwo Jima.

“El pueblo estadounidense cuenta con ustedes para garantizar que el territorio estadounidense esté a salvo”, dijo Hegseth a los marines a bordo del USS Iwo Jima. “Los narcoterroristas y los traficantes de drogas están advertidos”.

La visita se produce mientras Estados Unidos se prepara para desplegar 10 aviones de combate F-35 en Puerto Rico para operaciones dirigidas contra el narcotráfico, informó el sábado una persona al tanto de la planificación. La persona habló bajo condición de anonimato porque la información sobre los despliegues no se ha hecho pública.

El 2 de septiembre, Trump anunció que el ejército de Estados Unidos atacó una lancha que había salido de Venezuela y que se sospechaba que transportaba drogas. Once personas murieron en dicho ataque en el Caribe, y el presidente afirmó que la lancha era operada por la pandilla venezolana Tren de Aragua.

La primera ministra de Trinidad y Tobago elogió el ataque y declaró que Estados Unidos debería matar a todos los traficantes de drogas “violentamente”, pero la reacción de otros mandatarios de la región fue más moderada.

El ministro de Relaciones Exteriores de Barbados, Kerrie Symmonds, dijo recientemente a The Associated Press que los miembros de Caricom enviaron una carta al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, en la que pidieron una línea de comunicación abierta para evitar ser sorprendidos por cualquier movimiento de Estados Unidos contra Venezuela.

Mientras tanto, el gobierno de Venezuela insistió el lunes en que Estados Unidos está acusándolo falsamente de jugar un papel crucial en el comercio mundial de drogas. La vicepresidenta Delcy Rodríguez dijo a periodistas que el gobierno de Estados Unidos debería mover al Pacífico su fuerza marítima recientemente desplegada, donde las lanchas rápidas y los buques de carga han transportado cocaína colombiana durante mucho tiempo.

“Esos barcos que hoy pretenden amedrentar a Venezuela deberían de estar allí, en el Pacífico, si es que ellos quisieran de verdad combatir y evitar que llegue la cocaína a los Estados Unidos”, señaló. “Tienen un problema de ubicación del GPS. Están donde no deberían de estar. Tienen que calibrar el GPS”.

Rodríguez, citando informes de las Naciones Unidas y de la DEA, agregó que Venezuela “no tiene absolutamente nada que ver con la muerte de sus ciudadanos por sobredosis de droga”, ya que el país “no es relevante” en la producción mundial de estupefacientes.

Dejó entrever que Estados Unidos debería centrarse en combatir el consumo dentro de sus fronteras.

“Hay mucha hipocresía, hay mucha doble moral, hay mucha instrumentalización política de este tema para agredir, para intervenir, para tener como objetivo el cambio de régimen en países que no son afines”, dijo.

El entrenamiento de los infantes de Marina en Puerto Rico y el despliegue de aviones de combate han inquietado a algunos en la isla, donde siguen frescos los recuerdos del uso de islas cercanas como campos de entrenamiento en la década de 1940, donde aún se realizan tareas de limpieza.

La muerte en abril de 1999 del guardia de seguridad civil David Sanes Rodríguez provocó grandes protestas que finalmente llevaron a la salida de las fuerzas militares estadounidenses de la isla. Rodríguez murió después de que dos bombas de 226 kilos (500 libras) fueran lanzadas cerca de él como parte de una misión de entrenamiento en Vieques.

El domingo, decenas de personas se reunieron en la base de la Guardia Nacional en Carolina para denunciar el aumento de la presencia militar estadounidense en la isla.

Llevaron carteles que decían: "No a la Guerra" y "No a las bases militares en P.R."

Los organizadores también se pronunciaron contra el uso de Puerto Rico como base para posibles acciones militares de Estados Unidos en la región.

“Denunciamos la existencia en Puerto Rico de las bases militares”, manifestó Sonia Santiago Hernández, fundadora de Madres Contra la Guerra.

González ha restado importancia a tales preocupaciones, y dice que Puerto Rico está desempeñando un papel importante en la lucha de Trump contra el narcotráfico, ya que representa una frontera estadounidense en el Caribe.

También ha señalado que el actual entrenamiento de los marines involucra ejercicios logísticos y no municiones.

Siul López, portavoz de la Guardia Nacional de Puerto Rico, dijo a la AP que los marines ensayaban maniobras anfibias con una variedad de vehículos, y añadió que no sabía cuántos efectivos había en la isla.

Mientras tanto, González manifestó la semana pasada que estima que más de 1.000 marines estaban en Puerto Rico.

El Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos emitió un comunicado el 31 de agosto en el que dijo que marines y marineros de la 22da Unidad Expedicionaria estarían realizando entrenamiento anfibio y operaciones de vuelo en el sur de Puerto Rico.

"El terreno desafiante y el clima tropical de Puerto Rico proporcionan un entorno ideal para que la 22da MEU realice un entrenamiento anfibio realista y perfeccione habilidades especializadas como patrullaje, reconocimiento y técnicas de supervivencia, asegurando un alto nivel de preparación mientras están desplegados hacia adelante", aseveró el Cuerpo de Marines en un comunicado.

No estaba claro hasta el momento cuánto tiempo planeaban quedarse Hegseth y Caine en Puerto Rico, o si planeaban visitar otros sitios mientras estaban en la isla.

López, el portavoz de la Guardia Nacional, se negó a comentar sobre los detalles específicos de la visita.

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Los periodistas de The Associated Press Will Weissert en Washington D.C., Regina García Cano en Caracas y el videoperiodista Alejandro Granadillo en San Juan, Puerto Rico, contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.