Los socios de la coalición exigían mayor contundencia a Sánchez, que toma la iniciativa con medidas como el embargo de armas mientras un grupo de países sigue la estela del reconocimiento del estado palestino
El PP evita calificar de genocidio la destrucción israelí de Gaza y ataca a Sánchez
63.000 gazatíes asesinados, más de 150.000 heridos y dos millones de personas desplazadas, una creciente hambruna, y planes “delirantes” para construir una ‘Riviera de Oriente Medio’ sobre las ruinas de Gaza han llevado a Pedro Sánchez a enarbolar la bandera frente al genocidio que Benjamin Netanyahu está perpetrando ante la inacción de las grandes potencias internacionales. El presidente del Gobierno endurece la respuesta a un mes de que se cumplan dos años de los atentados de Hamás, a los que Israel ha respondido con el exterminio de la población gazatí, y a las puertas de la Asamblea General de la ONU a la que varios países quieren llegar con medidas simbólicas como el reconocimiento del estado palestino.
Sánchez anuncia estas medidas después de que en España haya crecido la condena social por los ataques de Israel y los socios le hayan exigido más contundencia a los socialistas.
No es la primera vez que España lleva la voz cantante en este asunto: en febrero de 2024 pidió, junto a Irlanda, la revisión del acuerdo comercial de la UE e Israel. La intención del Gobierno es dar pasos en el seno del club comunitario, que es al final el que tiene capacidad de influencia sobre Israel, pero la complicidad de varios países, como Alemania, Hungría, República Checa e Italia, impide tomar decisiones, aunque sean de mínimos. Ni siquiera hubo la mayoría suficiente para suspender parcialmente la participación de Israel en la financiación del proyecto científico Horizon Europe.
“No sé a qué está esperando Europa a suspender ese acuerdo”, ha reprochado Sánchez en un duro discurso este lunes por la tarde en el que ha denunciado el “doble rasero” de la respuesta internacional ante lo que ha vuelto a definir como un genocidio ante las resistencias de países europeas y la propia Comisión Europea: “Algunos siguen aferrados a los eufemismos y piruetas para no decir lo obvio”.
Las protestas contra el exterminio han ido en aumento en España y se han convertido en un símbolo en el caso de La Vuelta ciclista, con una tensión creciente por la participación de un equipo patrocinado por Israel. En ese contexto, Sánchez ha decidido adoptar nueve medidas para ejercer presión sobre Netanyahu, entre ellas establecer un embargo de armas por ley o impedir que los buques con combustible destinado a las fuerzas armadas israelíes hagan paradas en los puertos españoles. Y también para hacer un llamamiento a otros gobiernos.
Un impacto “limitado” sin la UE ni EEUU
“Sabemos que todas estas medidas no van a bastar para frenar la invasión ni los crímenes de guerra, pero esperamos que sirvan para añadir presión sobre el primer ministro Netanyahu y su Gobierno para aliviar parte del sufrimiento que está padeciendo la población palestina, reconoció el propio Sánchez en su intervención para anunciar el paquete de medidas y en la que lamentó que la ”indiferencia“ y la ”complicidad“ de parte de la comunidad internacional con el Gobierno de Netanyahu han impedido ”detener la tragedia“.
“Lo que pretende es encarnar la idea de que las denuncias y las palabras no bastan para detener el genocidio y ejercer presión sobre Israel, sobre los autores del genocidio que está teniendo lugar en Gaza, y a la vez mandar un mensaje de solidaridad con el pueblo palestino”, afirma Moussa Bourekba, investigador principal de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs), quien admite que el impacto de las medidas será “limitado”.
Más allá de la “influencia mínima” que pueda tener en Netanyahu, Bourekba circunscribe la decisión en “una forma de limitar o excluir cualquier riesgo de complicidad con el genocidio”. Sánchez ha admitido que la pretensión es que la población española “sepa y sienta que, ante uno de los episodios más infames del siglo XXI, su país estuvo en el lado correcto de la historia”.
Soledad frente a la “compañía de la sinrazón”
Y se ha defendido frente a quienes criticaban su soledad en la defensa de la causa palestina. “A quienes se recrearon en esa soledad momentánea les diré: una y mil veces prefiero la soledad de la humanidad que la compañía de la sinrazón y la barbarie”. “Palestina nos necesita, España va a estar a su lado”, ha aseverado.
“A los que dijeron que estábamos solos en nuestra determinación y compromiso hay que decirles hoy que no estábamos solos, simplemente éramos los primeros”, ha dicho en referencia a la intención de varios países, como Reino Unido, Bélgica o Canadá, de reconocer el Estado palestino en el marco de la Asamblea General de la ONU. España lo hizo hace un año.
Aunque Sánchez ha considerado ese reconocimiento del Estado palestino un “punto de inflexión”, el analista de CIDOB le resta efectividad: “Se trata ante todo de un gesto simbólico, de un gesto que no está en absoluto a la altura de la situación. La prioridad absoluta, ni para los palestinos ni para los observadores internacionales, es reconocer un Estado palestino. La prioridad es detener un genocidio y permitir la entrada de ayuda humanitaria”, explica.
Y las medidas que Bourekba considera que tendrían que acompañar ese gesto simbólico son, a su juicio, las que ha adelantado Sánchez: un embargo sobre la venta de armas, la persecución de los cómplices o responsables directos del genocidio y apoyar los procedimientos legales que se están dando en la Corte Penal Internacional para que Israel rinda cuentas.
El experto en Oriente Medio también cuestiona que esos pasos den frutos sin la participación de las grandes potencias occidentales: “Los únicos actores que pueden ejercer suficiente presión sobre el gobierno de Netanyahu para detener el genocidio son, ante todo y sobre todo, Estados Unidos, y la Unión Europea, por distintos recursos que tienen”. “Pero estos dos actores no están actuando como deberían”, señala Bourekba, que recuerda que Trump está “totalmente alineado con la política de Netanyahu” y la UE, por su parte, en estado de “parálisis y encerrada en una burbuja totalmente desconectada de la realidad”.
“La historia no juzgará la indiferencia con matices”, ha reiterado el presidente en un acto con motivo del Día del Cooperante en la sede de la AECID: “Lo que está pasando en Gaza no tiene nombre, pero tiene una palabra que lo describe: es un genocidio. España no va a apartar la mirada de la barbarie ni a participar en este ejercicio de banalización del mal. No lo hemos hecho y no lo vamos a hacer”. “España ha hablado alto y claro en un momento de zozobra para el multilateralismo. En todo momento hemos tenido una posición inequívoca y coherente, le pasara a quien le pesara”, ha agregado Sánchez, cuyo Gobierno ha sido acusado de antisemitismo por el ministro de Exteriores de Israel.
Un clamor de los socios
El anuncio de Pedro Sánchez respecto a Israel responde, además, a un clamor de sus socios de izquierdas, incluidos sus compañeros de coalición. En Sumar, que reclamaba desde el principio de la legislatura el embargo de armas y la ruptura de relaciones comerciales y diplomáticas, celebraron este lunes el paso dado. “Estamos en el Gobierno para esto. La semana pasada lo transmitimos a nuestro socio: nuestro país tenía que hacer más para parar el genocidio”, expresó la vicepresidenta Yolanda Díaz en sus redes sociales.
Díaz pidió al presidente ir incluso más allá y retirar a la embajadora israelí en Madrid. “Palestina nos está esperando”, dijo antes de responder al anuncio del Gobierno de Netanyahu, que le ha prohibido la entrada al país tanto a ella como a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego. “Es un orgullo que un estado que perpetra un genocidio nos prohíba la entrada a Sira Rego y a mí. Vamos a seguir luchando por los derechos del pueblo Palestino le guste al señor Netanyahu o no”. Por el momento, Exteriores se ha limitado a llamar a consultas a la diplomática.