Pero usted se ha visto? Ni puedo expresar el estupor que me causa escuchar a esos tipos –unos cromos– siempre prestos a (des)calificar a una mujer de fea, gorda o vieja. Lo pienso mientras escucho a Elvira Lindo en la radio. Habla de esta angustia grabada a fuego en nosotras, anuncio a anuncio, reel a reel, por parecer jóvenes y deseables, o al menos visibles. Ya no hay edad para empezar a luchar contra una misma; leo que los 30 son el momento para empezar a chutarse bótox. Una cosa es querer verse una bien y otra –su contraria– mirarse cada mañana al espejo atenta a lo que está mal, alerta por cazar –un granito, un pelo loco, una ojera– una nueva monstruosidad, la fiera venganza del tiempo. Hasta hace dos días yo vivía feliz ajena a los surcos nasogerianos. Desde que Instagram me ha dicho
Antiedad

95