Antonio Silva vive con su esposa en una vivienda del sector 3 de la Urbanización La Isabelica. En precarias condiciones mantiene su lucha por cuidar a su pareja, sobreviviente de un accidente cerebro vascular, lo que le preocupa tanto como las terribles grietas en el techo de su casa, que amenaza con hacerles pasar un gran susto en cualquier momento.
Apenas conversa con la prensa, Silva expone su caso. "Necesito ayuda para reparar el techo de mi casa, un enorme hueco puede hacerlo ceder en cualquier momento y ocurre justo en el baño y cuarto principal. Da mucho miedo dormir allí".
El y su esposa pasan las noches en esa habitación con el temor de no poder despertar. Creen que la estructura puede colapsar, con ellos adentro.
Silva carece de los recursos para repararlo, por lo que pide el