Francia ha vuelto al punto de partida. La caída de François Bayrou , que el lunes perdió una cuestión de confianza hacia la que él mismo se precipitó, ha devuelto la pelota al tejado del presidente Emmanuel Macron, que tenía que elegir entre volver a las urnas en unas elecciones legislativas anticipadas o elegir otra vez a un primer ministro. El Elíseo ya ha adelantado que nombrará a un sucesor "en los próximos días" ; será el cuarto jefe de Gobierno en Francia en menos de dos años —el quinto de la actual legislatura— y, de nuevo, tendrá el reto de sortear la inestabilidad ya asentada en la política gala.
"Ustedes pueden derrocar al Gobierno, pero no pueden borrar la realidad ", decía Bayrou en su última intervención como primer ministro en la Asamblea Nacional, en la que defendió s