Recientes explosiones en Doha han coincidido con un ataque aéreo llevado a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet. Este ataque se dirigió a la cúpula de la organización terrorista Hamas. Según la información oficial, la operación se centró en los principales líderes de Hamas, a quienes se les atribuye la planificación y ejecución de la masacre del 7 de octubre, así como la conducción de la guerra contra Israel.

La ofensiva, que contó con el apoyo de la Fuerza Aérea israelí, utilizó armamento de precisión. Las autoridades israelíes afirmaron que se basaron en inteligencia adicional para reducir el riesgo de víctimas entre la población civil. Antes de lanzar el ataque, implementaron medidas específicas para minimizar el daño a los transeúntes. Esto incluyó el uso de tecnología avanzada y la recopilación de datos de inteligencia como parte de su estrategia.

Los líderes de Hamas que fueron blanco de la operación han estado al frente de las actividades de la organización durante años. Se les atribuye la responsabilidad directa tanto en la masacre del 7 de octubre como en la escalada bélica posterior. Las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet reiteraron su compromiso de continuar actuando con determinación para derrotar a Hamas, a quien consideran responsable de los ataques y de la actual situación de conflicto.

"El Ejército israelí y la agencia de seguridad de Israel llevaron a cabo un bombardeo preciso contra dirigentes superiores de la organización terrorista Hamas", indicaron las fuerzas armadas, aunque no especificaron el lugar exacto del ataque. Según la cadena catarí Al Jazeera, que citó a un funcionario de Hamas, el bombardeo alcanzó a negociadores del movimiento islamista en Doha. Un periodista de AFP constató que el ataque impactó en un complejo utilizado por Hamas en esa ciudad. La situación sigue en desarrollo.