La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) volvió a estar en el centro de la tormenta política y judicial. Las recientes declaraciones de Sneyder Pinilla, ex subdirector de la entidad y hoy testigo clave, revelan que lo que debería ser un organismo destinado a salvar vidas y atender emergencias naturales terminó convertido en un instrumento para alimentar pactos políticos.

“No importaba si era una emergencia, yo necesitaba sacar el contrato”, dijo Pinilla en audiencia, una frase que resume cómo los recursos públicos destinados a desastres fueron puestos al servicio de compromisos partidistas.

Pinilla aseguró que, por instrucciones de Olmedo López y bajo la presión del entonces ministro del Interior Luis Fernando Velasco, se asignó un contrato millonario en Có

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