La reforma tributaria es un contrasentido: encarece la vida de los colombianos, deteriora la competitividad y pone en riesgo sectores estratégicos. Amplía el IVA y eleva cargas en actividades productivas ya sobre exigidas, trasladando el ajuste a los mismos contribuyentes. El efecto práctico es claro: comer será más caro porque más restaurantes cobrarán 19%; divertirse también, porque conciertos, cines y parques pagarán 19%; y transportarse costará más, pues gasolina y Acpm tendrán IVA de 10% en 2026-2027 y de 19% después, presionando el transporte público y de carga y, con ello, la canasta básica. En ese marco, gravar con 19% al turismo internacional es “pegarse un tiro en el pie”: no solo se cobra al visitante que llega, sino que además se encarece aquello que lo atrae – comida, movili
Pegarse un tiro en el pie

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