
Actualmente tenemos diferentes maneras de mantener los alimentos , ya sean cocinados o no, y uno de los elementos seguros es con la técnica del envasado al vacío, que consiste en retirar el aire del interior de un envoltorio para extender la caducidad de un producto.
Esta técnica se desarrolló en gran parte en el siglo XX con la fabricación de máquinas especializadas, pero se había inventado durante el siglo anterior, en 1870 por los trabajos de Amanda T. Jones , una mujer que no solo fue una prolífica inventora, sino que también destacó por su trabajo literario y su defensa de los derechos de la mujer.
La mujer que desarrolló el método de envasado al vacío
Amanda Theodosia Jones vino al mundo el 19 de octubre de 1835 en el seno de una familia numerosa del estado de Nueva York, hija de un maestro tejedor y de Mary Alma Mott , quien era conocida por su capacidad intelectual y su memoria.
Comenzó a trabajar como maestra en una escuela rural al mismo tiempo que publicaron uno de sus poemas en la revista de Cincinnati Ladies’ Repository , que daría inicio a su carrera literaria, que se completaría con cinco libros y una autobiografía, así como publicó con frecuencia en revistas. Un trabajo lírico en el que Amanda T. Jones hacia ejemplo de su creencia en el espiritismo.
Sin embargo, si por algo es conocida Amanda Jones es por haber sido la persona que ideó lo que hoy conocemos como técnica de envasado al vacío, y que ella describió como “agotamiento del aire junto a la sustitución de fluidos” (air exhaustion coupled with fluid substitution) que se conoció en sus inicios como Método de Jones en su honor.
A esto llegó en 1872 después de sus experimentos con diferentes alimentos frescos y sin cocinar, de los que quería extender su conservación, y en el que tuvo la ayuda de su cuñado, Leroy C. Cooley , con el que presentó varias patentes como un aparato de conservación de fruta, y otra con la descripción del método.
Trabajos en inventos y activismo feminista
Su capacidad inventora no quedó aquí y Amanda T. Jones fue también la responsable del desarrollo de un quemador automático de seguridad que permitía quemar petróleo crudo en hornos para generar vapor, fundir metales o fabricar vidrio, y que patentaría en 1880.
Por este desarrollo, Amanda T. Jones colaboró en la Guerra de Cuba con la Marina de los Estados Unidos, con los que ayudó a trabajar la transición de barcos de carbón a petróleo con la publicación de una revisión técnica de lo que se estaba realizando.
Pero el no poder obtener beneficio económico de sus inventos le hizo centrarse en la literatura y la poesía, a pesar de que sí fundó la empresa de envasado y conservas, ‘ Women’s Canning and Preserving Company ’ en la ciudad de Chicago, donde todas las accionistas y empleadas eran mujeres, y que sería parte de su activismo por los derechos de las mujeres.
Esta empresa se declararía en bancarrota en 1921, pero Amanda T. Jones no estaba viva entonces para verlo, al haber fallecido el 31 de marzo de 1914 por la gripe en Brooklyn, Nueva York.