
C IUDAD DE MÉXICO. — La presidenta Claudia Sheinbaum envió al Congreso una reforma a la Ley Aduanera que endurece los requisitos y responsabilidades para los agentes aduanales privados , mientras deja intacta la estructura militarizada creada en 2022 para dirigir las aduanas.
Cambios clave para agentes aduanales
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Las patentes , que antes eran indefinidas, ahora tendrán una vigencia máxima de 10 años , con renovaciones sujetas a evaluación riguroza.
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Se establecerá un Consejo Aduanero , presidido por la Secretaría de Hacienda e integrado por SAT, ANAM y la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno. Será responsable de otorgar, suspender, revocar o renovar estas patentes.
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Los agentes deberán pasar certificaciones cada dos años , presentar un examen psicotécnico , entregar informes patrimoniales anuales y comprobar que sus clientes no están vinculados con empresas “fachada” o factureras.
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Se elimina la exención de responsabilidad de los agentes: ahora serán responsables solidarios junto con sus empresas si no se pagan correctamente las contribuciones aduanales.
Medidas para paquetería y modernización tecnológica
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Se propone un régimen simplificado para empresas de mensajería y paquetería , siempre que cuenten con un sistema de análisis de riesgos accesible en tiempo real por las autoridades.
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Se obliga a adjuntar en los pedimentos electrónicos todos los documentos que acrediten la operación (facturas, CFDI, comprobantes de transporte, entre otros).
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Se introducirán tecnologías como IA, biometría y monitoreo en tiempo real en aduanas, además del uso obligatorio de CFDI para transporte de mercancías y mayor rastreabilidad digital.
Lo que queda intacto…
La iniciativa no modifica la capacidad militarizada de operación aduanera establecida en 2022 con la creación de la ANAM, donde las fuerzas armadas juegan un rol central y reciben financiamiento mediante fideicomisos.
La reforma de Sheinbaum endurece el marco regulatorio para los agentes aduanales privados, imponiendo más requisitos, responsabilidades y controles, pero evita tocar el punto más polémico: la militarización de las aduanas instaurada en 2022.
Mientras el sector privado enfrenta mayor fiscalización y riesgo de sanciones, los mandos castrenses que hoy administran el comercio exterior quedan fuera de cualquier escrutinio . En la práctica, se refuerza un modelo que traslada el peso de la “limpieza aduanera” a los civiles, mientras se normaliza el control militar sin rendición de cuentas. (Agencias)