Incluso hoy, más de seis décadas después, cuesta no imaginarse a la reina de Egipto con las facciones y, sobre todo los ojos color violeta, de Elizabeth Taylor . Aquella «Cleopatra» (1963) fue clave a la hora de edificar el mito. Ese es precisamente uno de los retos de la nueva exposición que trae Madrid Artes Digitales a Matadero: olvidarnos por un momento de esa majestuosa y glamourosa recreación y sumergirnos en Alejandría con un grado de inmersión que las dos dimensiones nunca nos van a permitir.

«Cleopatra, la exposición inmersiva» es la nueva producción de la compañía madrileña, que la señala como la «más ambiciosa hasta la fecha». Lo cual es poner el listón muy alto, teniendo en cuanta sus espectáculos previos: «La leyenda del Titanic», «Los últimos días de Pompeya» o la pri

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