En la Conferencia del Pueblo, Clark sostuvo que “las calorías vacías de los refrescos no aportan vitaminas ni nutrientes, sólo provocan enfermedad y muerte”. Recordó que México es el país con mayor consumo de refresco per cápita en el mundo, con un promedio de 166 litros al año por persona.

Precisó que este hábito ya tiene consecuencias graves: “Más de 100 mil personas al año están en diálisis; cada hora, 75 mexicanos pierden una pierna o un pie por complicaciones de diabetes; y una de cada tres muertes en el país está vinculada a infartos relacionados con hipertensión y diabetes”, expuso.

El funcionario destacó que las medidas fiscales contra las bebidas azucaradas buscan revertir esta crisis: “No es un impuesto recaudatorio, es una política de salud. Países como Reino Unido, Sudáfrica

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