Ayuso se presenta en la Asamblea de Madrid como la gran adversaria de Pedro Sánchez, que ha llevado a España a "un abismo sin precedentes", mientras se conoce el testimonio de las inspectoras que descubrieron el penoso intento de su novio de pagar menos impuestos

Más construcción y menos control del suelo: Ayuso anuncia un nuevo plan de vivienda sin aplicar la ley estatal

“La Comunidad de Madrid es una región libre, segura y mestiza”. “Disfrutamos de los mejores servicios públicos del mundo”. “La Comunidad de Madrid está de moda en todo el mundo”. Hasta los no nacidos lo saben, porque ya están vivos. De alguna manera. Son algunas de las frases del discurso de Isabel Díaz Ayuso en el arranque del debate del estado de la región. Las tres primeras. La última, no exactamente, aunque algo de eso hubo. Era previsible que se le escuchara decir que Madrid es lo mejor que se puede encontrar en la Vía Láctea. Ayuso es la primera propagandista de su causa –y dedica su buen dinero público para que los medios de comunicación lo tengan muy presente– y está convencida de que nunca hay que cortarse a la hora de elogiarse a sí misma.

Pero antes de la obligación, estaba la pasión. La presidenta de Madrid dedicó los veinte primeros minutos de su discurso a la política nacional, no en vano se considera el gran baluarte del país contra Pedro Sánchez. Luego está Alberto Núñez Feijóo, que se ocupa de sus cosas. Otros presidentes autonómicos del PP se centran en la actualidad y necesidades de sus regiones. Ayuso ha sido llamada a cotas más altas de responsabilidad y está convencida de que es la mayor rival de Sánchez.

El día comenzó con la publicación por este diario de los audios de la declaración de las inspectoras de Hacienda que testificaron en el juzgado por los presuntos delitos fiscales del novio de Ayuso. Contaron lo que descubrieron en la documentación aportada por Alberto González Amador, lo que obligó a la Agencia Tributaria a poner el caso en conocimiento de la Fiscalía. “Como tenía mucha carga fiscal ese año, porque tenía muchos beneficios, pues una forma de hacerlo es mediante la emisión, la recepción de facturas falsas o la utilización de esas facturas falsas”, dijeron ante la jueza.

Amador pasó de unos ingresos de 375.000 euros en 2019 a 2.330.000. Y pretendía pagar menos a Hacienda que en la fecha anterior. Para esas inspectoras, sólo era un tipo que pretendía no abonar lo que le correspondía por impuestos recurriendo a un método un tanto chapucero y fácil de detectar.

Lo que fue un caso de avaricia fue presentado por Ayuso en su momento como una conspiración de “los poderes del Estado” o “una inspección salvaje”. En ese momento, su denuncia en una rueda de prensa convirtió un problema en principio privado de un contribuyente en un asunto de la máxima relevancia política. Eso no impidió que tanto ella como su partido no hayan dejado de afirmar que él es sólo un particular que pasaba por allí.

La noticia permitió a la oposición recibir a Ayuso antes del discurso con sus mejores deseos. El PSOE exigió su dimisión a través de Mar Espinar: “Su pareja multiplica por siete sus ingresos con una empresa (el Grupo Quirón) que es una de las mayores contratistas con la comunidad de Madrid”. Manuela Bergerot, de Más Madrid, recordó que “el novio de la señora Ayuso no se hizo millonario por su talento en los negocios, sino por su cercanía al poder y su caradura para estafar a Hacienda”.

Díaz Ayuso dibujó un escenario maravilloso para Madrid y otro tenebroso para España. El segundo, por culpa de Sánchez, claro. “España se está asomando a un abismo sin precedentes”, dijo. En otras ocasiones, ha afirmado que el país ya ha entrado en el camino hacia un régimen autoritario, uno muy singular donde el Gobierno central no ha conseguido que el legislativo apoye unos presupuestos en esta legislatura. Sobre el pésimo estado de España, se refirió a servicios públicos cuya gestión corresponde al Gobierno que ella preside. “Faltan médicos y enfermeros en todo el país”, destacó, pasando por encima del hecho de que es su Gobierno quien los contrata en la comunidad de Madrid.

La Comunidad de Madrid tiene este año una vez más el menor presupuesto sanitario per cápita de toda España, según un análisis de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Su Gobierno proyectó un gasto de 1.482 euros por cada habitante, cuando la media en España es de 1.944 euros. La cifra puede aumentar al final del ejercicio con las aportaciones extraordinarias que se hacen con destino a la sanidad privada. Madrid cuenta con otro récord negativo en las listas de espera para ver a un especialista. Esa situación se produce a pesar de que “somos el motor económico de España, su primera economía”, en palabras de Ayuso.

En el apartado de las promesas habitual en estos discursos, Ayuso anunció lo que hará su Gobierno en relación con la crisis de la vivienda. Presumió de que la región lidera la construcción de vivienda protegida en España “con el 53% de las calificaciones provisionales otorgadas en 2024”. Su objetivo es aumentar la edificabilidad de las zonas construidas y ampliar su número cambiando los usos del suelo para permitir la edificación en lugares donde ahora no se puede. Seguirá sin aplicar la ley de vivienda aprobada por el Congreso y no impondrá más limitaciones a los alquileres de viviendas turísticas. Al igual que lo que sucede con las demás CCAA, las medidas que ha puesto en marcha en sus seis años como presidenta no han impedido que se produzca un espectacular aumento de los precios de los pisos.

Ayuso recuperó una idea de la que habló en la campaña electoral de 2019. Extender las ayudas por hijo existentes al momento en que una mujer quede embarazada. Los fetos tendrán la misma consideración que los bebés a la hora de que las familias reciban en su caso las ayudas públicas que les corresponden. “Vamos a impulsar un proyecto de ley para que el no nacido cuente, porque vive y porque ya está aquí”, dijo. “Y la familia que lo espera necesita organizar su casa, su economía”.

Muy pronto en sus pantallas: Madrid, el mejor lugar del mundo para los no nacidos. Eso compensará que no es tan bueno para engañar a Hacienda con facturas falsas.