La Casa Blanca entró en un estado de máxima alerta tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk en Utah, un hecho que provocó conmoción en el equipo del presidente Donald Trump y reavivó el debate sobre la violencia política en el país. Funcionarios confirmaron que se están tomando medidas adicionales de seguridad para proteger al presidente, incluidas modificaciones en su agenda pública y refuerzos policiales en los eventos programados para esta semana.

Un alto funcionario de la Administración señaló que la ceremonia de conmemoración de los atentados del 11 de septiembre en el Pentágono fue trasladada a un espacio más seguro para garantizar la seguridad de Trump durante su discurso. Además, el Servicio Secreto anunció que habrá un despliegue policial extraordinario en

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