Mérida, Yucatán.- Las escenas de perros callejeros no empiezan en la esquina: empiezan en casa . Alguien “trae” un perro o un gato por impulso; otro “da permiso”, pero nadie acuerda tiempos, gastos ni reglas. Meses después, el animal estorba: primero hay abandono intradomiciliario y luego termina en la calle o en un refugio.
“ La población que hoy tenemos —casi 700 animales— se originó en las casas de otras personas”, resume para el Diario Silvia Cortés Castillo, fundadora de Evolución Animal A.C ., al subrayar que el fenómeno no es un problema de refugios ni del gobierno, sino social .
La entrevistada identifica una raíz cultural : se trata a los animales como accesorios o productos.
Animales son vistos como objetos y, como tal, terminan abandonados, en la c