Colombia vive nuevamente un déjà vu de sus épocas más convulsas. Desde los años noventa, cuando el Gobierno de Estados Unidos tenía al país en la mira por la entrada de dineros calientes a la campaña de Ernesto Samper, el país no había sentido una expectativa tan grande por una decisión de la Casa Blanca como la que se vive en estas últimas horas antes de que se conozca si llega la temida descertificación en la lucha contra las drogas.

Si esa determinación respondiera a una ecuación matemática, Colombia estaría en la antesala de recibir ese boletín de notas en rojo. Pero en la administración de Donald Trump y en la centenaria relación con Estados Unidos hay elementos políticos adicionales que también pesan mucho. SEMANA habló con varios de los más importantes exdiplomáticos y expertos en

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