El ministro del Trabajo de Corea del Sur, Kim Yong-hoon, aseguró que cientos de trabajadores surcoreanos detenidos por las autoridades de inmigración estadounidenses fueron sometidos a un "trato brutal" luego de ser detenidos en una redada en las obras de construcción de una planta de baterías Hyundai-LG en el estado de Georgia.
Kim dijo sentirse "conmocionado" al ver que los trabajadores de su país fueron encadenados en la planta por oficiales armados del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). "La forma en que se hizo (...), ni siquiera los prisioneros de guerra serían tratados así. Fue un 'shock' para muchos coreanos, y yo sentí lo mismo", reclamó, según The Financial Times.
Amplió el funcionario que si bien reconoce el derecho de Washington a tomar medidas contra los trab