Seguramente, en tu cocina haya un montón de tazas desparejas que ocupan espacio y casi nunca usás. Muchas están descascarilladas, otras son solo decorativas, y algunas las guardaste por cariño. Con un poco de creatividad y reciclaje , estas tazas pueden tener una segunda vida como mini macetas para suculentas o plantas pequeñas, aportando un toque único y colorido a cualquier rincón de tu hogar.
Convertir tus tazas en macetas no solo es una forma de decorar, sino también un acto de reutilización inteligente. En lugar de dejarlas acumular polvo, podés darles un nuevo propósito y, al mismo tiempo, incorporar un elemento artesanal y personalizado a tu decoración. Además, esta práctica se conecta con la tendencia de decoración económica y sustentable, ideal para quienes buscan alternativa