El 13 de septiembre, un notable despliegue militar estadounidense tuvo lugar en el Aeropuerto José Aponte de la Torre, en Puerto Rico. Este movimiento se produce en un contexto de creciente tensión con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. La agencia de noticias AFP capturó imágenes de un escuadrón de aviones de combate F-35B aterrizando en el aeropuerto, junto a un Boeing C-5 Galaxy de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Además, se observó un helicóptero CH-53K King Stallion de la Infantería de Marina y un avión Osprey V-22 que transportaba tropas. Tras los aterrizajes, miembros del Cuerpo de Marines comenzaron a descargar equipos y a instalarlos en las inmediaciones.
Este despliegue sigue a una serie de ejercicios militares realizados recientemente al sur de Puerto Rico, donde estuvo presente el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth. En días recientes, se informó que el presidente Donald Trump ordenó el envío de al menos diez aviones de combate F-35 a la isla, como parte de su estrategia contra los cárteles de la droga.
Los aviones se sumarán a los buques de guerra estadounidenses ya desplegados en el sur del Caribe, en un esfuerzo por intensificar la presión sobre Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos acusa de liderar el Cartel de los Soles. Trump ha ofrecido una recompensa de 50 millones de dólares por información sobre el mandatario venezolano.
Recientemente, Estados Unidos llevó a cabo un ataque en el sur del Caribe contra una embarcación que, según informes, había salido de Venezuela con drogas. En este ataque, once personas murieron, quienes, según el propio Trump, pertenecían a la banda venezolana Tren de Aragua.