Los ciudadanos de Venezuela están desconcertados y nerviosos mientras la Administración republicana busca acabar con sus protecciones migratorias y también presiona al régimen chavista como nunca

Cuando un juez federal falló la semana pasada que los venezolanos podían renovar su protección migratoria temporal en Estados Unidos, tras meses de litigio con el Gobierno de Donald Trump, apenas unas 20 personas se reunieron para celebrar afuera del restaurante el Arepazo, en Doral, Florida, un punto neurálgico del mayor enclave de venezolanos en el país.

“En condiciones normales, ibas a ver 2.000 personas aquí en el Arepazo. Cuando se murió [Hugo] Chávez, vinieron 2.500, trancaron las calles. Eso demuestra que la gente, a pesar de la decisión del juez, no está tan segura y dice: ‘Mejor me

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