Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha reafirmado su apoyo a los manifestantes que lograron la suspensión de la última etapa de la Vuelta ciclista a España, celebrada en Madrid, en protesta por la participación de un equipo israelí. En su intervención en el Congreso de los Diputados, Sánchez fue más allá al pedir la expulsión de Israel de todas las competiciones deportivas internacionales.
"Nosotros rechazamos la violencia. Sentimos respeto y admiración por nuestros ciclistas. Por eso se puso ayer su seguridad por delante de cualquier otra cuestión. Pero también sentimos respeto y admiración por una sociedad civil española que se movilizó contra la injusticia y defendió sus ideas de forma pacífica", afirmó Sánchez.
El presidente cuestionó por qué se expulsó a Rusia tras la invasión de Ucrania y no se ha hecho lo mismo con Israel tras la invasión de Gaza. "Nuestra posición es clara y rotunda. La comparte la mayoría de la población española, vote a quien vote. Hasta que no cese la barbarie, ni Rusia ni Israel deben estar en ninguna competición internacional más", añadió.
Sánchez también se refirió a la situación en Gaza, donde más de 65.000 palestinos han muerto, la mayoría mujeres y niños, y calificó la situación de "genocidio". Esta postura ha generado críticas, especialmente del Partido Popular, que se ha mostrado en contra de las sanciones a Israel. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, afirmó que "no puede estar al frente del Gobierno un presidente irresponsable que jalea la violencia entre compatriotas".
Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Sa'ar, ha respondido a Sánchez llamándolo "antisemita" y "mentiroso". Sa'ar acusó al presidente español de fomentar la violencia al apoyar las movilizaciones propalestinas que interrumpieron la Vuelta. "Un antisemita y un mentiroso. ¿Invadieron Israel Gaza el 7 de octubre o fue el Estado terrorista de Hamás el que invadió Israel?", cuestionó Sa'ar.
La tensión entre España e Israel ha aumentado, especialmente tras las recientes declaraciones de Sánchez y la aprobación de sanciones a Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, también ha criticado a España, acusándola de antisemitismo y de querer desviar la atención de sus propios problemas internos.
Mientras tanto, algunos grupos a la izquierda del PSOE han criticado a Sánchez por no apoyar lo suficiente las protestas en Madrid. El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, calificó de "abyecto" que el Gobierno enaltezca las movilizaciones mientras despliega un fuerte dispositivo policial para reprimirlas.
El debate sobre la participación de Israel en competiciones deportivas internacionales se intensificará en la próxima reunión del Comité Olímpico Internacional, donde España defenderá su posición.