La carrera presidencial en Chile se mantiene prácticamente sin cambios, según la última encuesta de La Cosa Nostra (LCN) realizada por el sociólogo Alberto Mayol en septiembre. La candidata Jara lidera con un 36% de las preferencias, seguida por José Antonio Kast con un 25% y Evelyn Matthei con un 20%. Sin embargo, Jara enfrenta un alto nivel de "antivoto", mientras que Matthei es considerada la más viable entre los candidatos.

La encuesta revela que Matthei ha aumentado tres puntos porcentuales, siendo este el cambio más notable en el sondeo. Otros candidatos, como Johannes Kaiser, obtienen un 12%, mientras que Harold Mayne-Nicholls y Franco Parisi tienen un 3% y un 2%, respectivamente. Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés cierran la lista con un 1% cada uno.

En un posible escenario de segunda vuelta, Jara sería derrotada en todos los casos. Ante Matthei, la candidata oficialista y la DC alcanzarían un 39% frente al 61% de Matthei. En un enfrentamiento con Kast, Jara y sus aliados lograrían un 43% frente al 56% de Kast, manteniendo la tendencia de la medición anterior. Además, Jara no logra distanciarse del candidato del Partido Nacional Libertario, con un 47% contra un 52%.

La encuesta también analiza el "antivoto", donde Jara lidera con un 44%, seguida por Kast con un 23% y Kaiser con un 21%. Eduardo Artés, Marco Enríquez-Ominami y Franco Parisi tienen un 7%, 2% y 1%, respectivamente. Matthei y Mayne-Nicholls son los que menos rechazo generan, con un 0,3%.

En cuanto a la capacidad de gobernar, los candidatos son evaluados del 1 al 7. Matthei es la única que no recibe una nota roja, obteniendo un 4,2. Kast sigue con un 3,6, Jara con un 3,5, y Kaiser con un 3,1. Las notas más bajas corresponden a Parisi (2,3), Enríquez-Ominami (2,2) y Artés (1,6).

El Índice de Viabilidad Política también se presenta en la encuesta, donde Matthei obtiene el máximo puntaje de 100, seguida por Mayne-Nicholls con 77 y Franco Parisi con 47. Jara y Artés tienen puntuaciones de 20 y 0, respectivamente.

Finalmente, la encuesta indaga sobre la disposición de los votantes a optar por el "mal menor" en las elecciones. Un 44% de los encuestados afirma que cambiaría su voto si considera que su candidato no tiene posibilidades de ganar y que esto podría favorecer a un candidato que consideran un peligro. En contraste, un 56% prefiere mantener su elección original.