Cuando Francisco Aguiar recuerda su estadía en Países Bajos entre mayo y junio de este año, todavía siente el peso emocional y profesional de lo que vivió. Lo que en principio era una oportunidad académica —una formación en traumatología en el University Medical Center Groningen— terminó convirtiéndose en una experiencia transformadora al integrarse a un programa de la Unión Europea que recibe soldados ucranianos gravemente heridos en combate. Soldados de la guerra.
En plena cirugía a un soldado. Francisco Aguiar, mendocino, está en el medio, de gorro rosado.
“Como mendocino y médico formado en Argentina, vivir la experiencia de formarme y trabajar en Groningen fue profundamente movilizador. A las patologías cotidianas que solíamos atender —muchos accidentes en bicicleta