Cuando hablamos de innovación suele haber un sospechoso habitual: el "resistente al cambio". Esa figura ligeramente caricaturesca, que imprime los correos, guarda presentaciones en USB y dice con gesto triunfal: “ Yo eso de la nube no lo uso, por seguridad ”. Nos resulta cómodo echarle la culpa a él, porque se ve a la legua.

Pero un estudio reciente desmontó este cliché con precisión quirúrgica: los mayores obstáculos para la adopción tecnológica no son los lentos… sino los brillantes. Sí, los top performers . Esos que lo hacen todo bien, que ganan premios, que todos admiran. Y que, paradójicamente, rechazan las herramientas de inteligencia artificial más potentes . No por ignorancia. Por instinto de conservación.

La investigación, liderada por Ilanit SimanTov-Nachlieli ( More t

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