Luego de un año donde el crédito impulsó fuertemente el mercado inmobiliario, el aumento de tasas empieza restringiendo el acceso a hipotecas y el sector ve una amenaza latente de enfriamiento de la dinámica de compraventas.

Durante los últimos 40 años, la oferta bancaria de este tipo de financiamiento estuvo limitada a períodos breves, intercalados con lapsos más extensos en los que desapareció por completo. El último ciclo prolongado de crédito tuvo lugar a fines de la década de 1990.

Después de más de 15 años, se abrió una nueva ventana, corta, entre 2016 y 2018. Recién en mayo de 2024, seis años después, la mayoría de los bancos incorporó nuevamente las hipotecas a su lista de productos.

El impacto fue notorio: según los últimos datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad de Bue

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