TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS.- Durante los últimos tres años del gobierno del morenista Rutilio Escandón, la violencia del narcotráfico en Chiapas provocó que las celebraciones del Grito de Independencia se vivieran con miedo o simplemente se cancelaran en varios municipios. En lugar de plazas llenas, las familias permanecían resguardadas en sus casas ante el temor de un ataque armado.

El 15 de septiembre de 2023, en Frontera Comalapa , el municipal Alejandro Mérida y su cabildo apenas pudieron salir al patio cívico para organizar una breve ceremonia. Sin la presencia de ciudadanos, realizaron el acto y se retiraron rápidamente. Nadie se animó a aplaudir ni a gritar “¡Viva México!”, reflejo del control que los grupos del crimen organizado en la zona.

Javier, un maestro de primar

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