La reacción contra la presencia en La Vuelta de un equipo ciclista que proyecta la imagen de Israel –y está financiado por un millonario alineado con el sionismo más radical– ha logrado proyectar una sensibilidad que no había aflorado durante los dos años de matanza anteriores . La concienciación social y política no ha tenido protagonismo durante este tiempo o, sencillamente, ha estado larvada hasta que la parálisis de los mecanismos diplomáticos globales se ha hecho insoportable. El alcance de este movimiento de respuesta cívica está amenazado por la tradicional polarización interesada. En las horas siguientes a la interrupción del final de la prueba ciclista, el debate no se dirige a definir mecanismos de protección y sanción para detener la masacre de personas indefensas por part
Hablemos de Palestina

58