Con un anuncio sorpresivo que remeció los mercados, la presidenta Claudia Sheinbaum reveló un plan estratégico para regular las importaciones de vehículos, impactando directamente al gigante asiático. La medida, presentada no en una conferencia matutina, sino en una transmisión en vivo a través de redes sociales, se justificó como una estrategia para proteger la naciente industria automotriz mexicana y no como una acción de confrontación internacional.
Los detalles del plan, que entrará en vigor en tres fases, son:
Implementación gradual de aranceles, comenzando con un 10% y aumentando hasta un 50% en el tercer año.
Prioridad en la regulación de vehículos ensamblados en China, con un enfoque específico en modelos SUV y camionetas.
Exenciones para autopartes y componentes electrónicos