Tegucigalpa/Washington – Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un segundo ataque cinético contra lo que calificó como "cárteles de narcotráfico y narcoterroristas extraordinariamente violentos" en la zona de responsabilidad del Comando Sur (SOUTHCOM). Según Trump, la operación se llevó a cabo en aguas internacionales, donde presuntos narcotraficantes venezolanos transportaban drogas con destino a Estados Unidos. El ataque resultó en la muerte de tres hombres, a quienes el mandatario identificó como narcoterroristas, sin que se reportaran bajas estadounidenses.

Trump advirtió en su publicación: "Si estás transportando drogas que pueden matar a los estadounidenses, ¡te estamos cazando!". El presidente considera que estas organizaciones criminales representan una amenaza directa a la seguridad nacional y los intereses vitales de EE.UU. Afirmó que el narcotráfico ha causado "consecuencias devastadoras en las comunidades estadounidenses, matando a millones de ciudadanos".

Este anuncio se produce en el contexto de una estrategia más agresiva de la administración Trump contra el narcotráfico transnacional. El Comando Sur, con sede en Miami, es responsable de las operaciones militares en el Caribe y América Latina. Analistas han señalado que este ataque marca un nuevo precedente en la política antidrogas estadounidense, ya que el término "ataque cinético" se refiere a acciones militares que utilizan fuerza letal, más allá de las operaciones de interdicción.

El ataque coincide con la llegada de los primeros cinco aviones furtivos F-35 a Puerto Rico, parte de un grupo naval-aéreo desplegado en el Caribe para atacar embarcaciones de narcoterroristas. Estos aviones, considerados la joya de la aviación militar estadounidense, pueden realizar el vuelo San Juan-Caracas en menos de 30 minutos.

El gobierno de Trump ha señalado que Venezuela está controlada por el Cártel de los Soles, liderado por Nicolás Maduro, a quien no reconoce como presidente, sino como un jefe narcoterrorista. Hasta el momento, el gobierno venezolano no ha respondido a estas acusaciones, aunque en ocasiones anteriores ha rechazado los señalamientos de EE.UU., acusándolos de "agresiones" y "montajes políticos".