El Espanyol , en un torbellino de emociones, sacó tres puntos más y se coloca en Champions , a la altura del Barcelona . Los pericos pueden frotarse los ojos porque este equipo se levanta de cada golpe y es austero en las alegrías, sabe que por mucha abundancia le llegarán épocas de vacas flacas, y ante el Mallorca fue un reflejo claro del ADN que ha inculcado Manolo González a esta plantilla de espartanos.

Cuando todo parecía resuelto de forma exprés, un agarrón de Pol Lozano innecesario abrió la caja de los truenos con el 2-1 y un ataque de sinceridad de Pere Milla, totalmente inapropiado, llenó de nubarrones el RCDE Stadium: “Eres malísimo”. Hernández Hernández, como le ocurriera a Saúl Ñíguez el año pasado con el Sevilla , le sacó la roja. No dudó. Y la cara de Manolo Gonzál

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