La Fiscalía está en un proceso de “reorganización y regionalización” que, según los funcionarios, no tiene asiento institucional o humano. El proyecto para reestructurar nace, de acuerdo con el ente acusador, de un estudio que desarrolló un “equipo de alta gerencia”, pero que en la misma Fiscalía parece un mito.
Nadie sabe de donde salen este tipo de decisiones de relevancia para toda la plata de la entidad y que afectan la estabilidad misional de la Fiscalía. Se habla de traslados, de cambio de despacho, “de llevar la Fiscalía a las regiones”, pero se aclara la ruta y cómo semejantes medidas se podrán hacer realidad sin amenazar la efectividad de las investigaciones y a los funcionarios.
Plantearon reorganizar la carga laboral y de procesos, pero de paso llegaron otras solicitudes que