Si no eran suficiente las imágenes que ha dejado para la posteridad la no culminación de la Vuelta 2025 —es decir, la falta de llegada de los ciclistas a la meta final—, la disputa mediática de este lunes no deja duda de que España está mucho más encendida de lo que se quiere admitir . Y no por Palestina. Tampoco nos tendría que sorprender porque la escalada verbal, la agresividad entre los dos partidos principales de la escena política española —PP y PSOE—, ha pasado los límites razonables de la confrontación democrática y, por lo tanto, la calle se ha puesto a la altura de la situación. Y encuentro que no lo hemos visto todavía todo.
Con eso no quiero decir que la protesta fuera violenta, a mí no me lo pareció en absoluto, por mucho que se hagan caer vallas. Aunque el relato en los