Su silueta es inconfundible: un avión Boeing 707 coronado por un enorme plato giratorio. Durante más de cuarenta años, esta aeronave modificada para ser un avión radar-espía (AWACS) ha sido los ojos de la OTAN en el cielo. El E3 Sentry es un veterano de mil batallas que, lejos de pensar en el retiro, se ha vuelto más indispensable que nunca ante el pulso constante de la actividad militar rusa en las fronteras de Europa.
Ahora, su figura, un icono de la Guerra Fría, vuelve a ser protagonista en el tenso tablero geopolítico actual. Esta vigilancia es fundamental, sobre todo si se tiene en cuenta que la amenaza no se limita al espacio aéreo, pues hay indicios de que capaces de neutralizar otros sistemas en órbita.
De hecho, su valía ha quedado demostrada una vez más en los últimos días. E