El informe de la Comisión de Investigación de la ONU no se quedó en la tibieza diplomática. Lo dijo con todas sus letras: Israel ha cometido genocidio en Gaza. La frase que parecía imposible en la diplomacia internacional ya está escrita en un documento oficial de Naciones Unidas. Y no es cualquier palabra: es la más grave acusación que puede recaer sobre un Estado desde la Segunda Guerra Mundial.
El umbral roto
Hasta ayer, los organismos internacionales se cuidaban de hablar de “violaciones”, “desproporción”, “crímenes de guerra”. Hoy la Comisión afirma que Israel cumplió cuatro de los cinco actos definidos por la Convención de 1948. Genocidio. Una palabra que no admite matices.
Israel lo niega, acusa sesgo, habla de persecución política. Pero lo cierto es que, desde ahora, el tablero