En menos de 24 horas, el gobierno de Gustavo Petro dio varias pistas del rumbo que tomará a nivel diplomático, político y militar tras la descertificación parcial impuesta por Estados Unidos, que consideró incumplidos los compromisos en la lucha antinarcóticos. En la práctica, la decisión preserva la cooperación bilateral, pero eleva la exigencia sobre metas y verificación. La duda, ahora mismo, es si el Ejecutivo se jugará por alcanzar los estándares fijados por Washington para revertir la decisión o si , con menos de un año en el poder, optará por dejar el problema en manos de su sucesor.
Mientras la Casa Blanca asegura que el “fracaso” de Colombia descansa únicamente en su liderazgo político - Marco Rubio lo calificó de “errático”-, la Casa de Nariño considera que la descertificación c