Casi dos semanas después de la derrota del gobierno de Gustavo Petro en la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional, todo parece indicar que el remezón ministerial que desencadenó el revés quedó en puntos suspensivos. Aunque se anunció la salida de tres ministros y el estudio de otros cambios más, hasta el momento se ha limitado con la aceptación de la renuncia de Julián Molina como ministro de las TIC.
Los otros dos señalados, la ministra de Comercio, Diana Marcela Morales, y el de Trabajo, Antonio Sanguino, se habrían salvado. Aunque inicialmente el presidente Gustavo Petro les pidió la renuncia por el incumplimiento de sus respectivos partidos, Liberal y la Alianza Verde, en su intento por apoyar a María Patricia Balanta como magistrada, el tema se enfrió.