ATLANTA (AP) — Parece un momento terrible para construir una planta de vehículos eléctricos en Estados Unidos, pero los líderes de Rivian Automotive dicen que están confiados mientras la compañía comienza a trabajar en una instalación de 5.000 millones de dólares en Georgia.
La empresa con sede en California, que está perdiendo dinero, inicia las obras el martes al este de Atlanta a pesar del impulso del presidente Donald Trump para revertir los créditos fiscales para vehículos eléctricos. A partir del 30 de septiembre, los compradores ya no calificarán para ahorros de hasta 7.500 dólares por automóvil.
El director de políticas de Rivian, Alan Hoffman, declaró que la compañía cree que puede vender vehículos eléctricos no por razones ambientales o incentivos fiscales, sino porque son supe