El escándalo por el huachicol fiscal y el papel de la Marina confirman cuán corrupta es la Cuarta Transformación. Las soluciones dependen de la Presidenta, de la Marina y de la sociedad. Todos los presidentes han tenido la posibilidad de combatir la gran corrupción de civiles o militares. Ninguno ha llegado a las últimas consecuencias. La primera mujer Presidenta, ¿será la excepción?

En 1968, Gustavo Díaz Ordaz manipuló a su antojo a las fuerzas armadas que, después de la Noche de Tlatelolco, reaccionaron frenando su impulso a obedecer ciegamente a los presidentes y fortaleciendo su autonomía. Mientras su poder crecía, el de los gobernantes civiles se iba diluyendo en el ácido de la arrogancia, ineptitud y frivolidad presidenciales.

Ejemplifico el empoderamiento militar con los presupu

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