El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, denunció este miércoles que no pudo reunirse con el Papa León XIV en El Vaticano debido a lo que calificó como "maniobras diplomáticas" que frustraron su participación en la audiencia general. Según la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML), la Cancillería peruana y la Embajada del Perú en Italia habrían coordinado una estrategia para excluir al burgomaestre, a pesar de contar con pases confirmados por la Prefectura de la Casa Pontificia.
La MML afirmó que el objetivo de esta maniobra era generar "la impresión de un desaire papal hacia López Aliaga", lo que afectaría su imagen y la de la institución que representa a más de 13 millones de limeños. Cada miércoles, el Papa León XIV ofrece una audiencia general en la Plaza San Pedro, un evento público al que el alcalde no pudo acceder. Además, no logró concertar una reunión privada con el pontífice.
López Aliaga aseguró que se trató de un plan político para dar prioridad a otras figuras en la cita con el Papa. Ante lo que consideró una "manipulación diplomática", afirmó que fue él quien decidió no participar en la audiencia, a pesar de haber recibido confirmación previa. Tras este episodio, el alcalde adelantó su viaje a Estados Unidos para participar en un proceso judicial relacionado con la constructora Odebrecht por las concesiones de peajes en la capital.
La situación generó críticas y reacciones. José Enrique Escardó, presidente de la Red de Sobrevivientes Perú, comentó que gracias a las advertencias de varias organizaciones, el Papa no aceptó reunirse con López Aliaga, evitando que su imagen fuera utilizada con fines políticos. Guillermo Flores, excandidato a la alcaldía de Lima, también se pronunció, señalando que el Papa no quería ser visto con el alcalde.
Por su parte, Marion Mueller Chueca, exvicepresidenta de la Asociación Española de Metales Preciosos, se refirió a la versión oficial del Vaticano, que argumentó que el Papa tiene una agenda muy ocupada y no pudo recibir al alcalde. Según fuentes, López Aliaga esperaba un saludo protocolar durante la audiencia pública, pero la estrategia para desacreditarlo incluyó restringir su acceso a los protocolos de saludo, favoreciendo a otros funcionarios seleccionados por la embajada peruana.
El alcalde tenía previsto entregar dos obsequios simbólicos al Papa: las llaves de la ciudad de Lima y un "Varayoc" andino. Sin embargo, la estrategia no prosperó y la salida de López Aliaga de Roma se produjo tras la cancelación oficial de su presencia en la audiencia general.