Tiene fama de duro.
Debe ser.
Sólo así se explica por qué escaló tantas posiciones en Tabasco, fue secretario de Seguridad Pública y lideró el grupo criminal La Barredora.
Al amparo del poder su influencia pasó de Tabasco a Chiapas, gran parte de la región y con tentáculos allende el Suchiate, hasta Guatemala.
Sirvió a varios gobiernos, priistas, perredistas y morenistas, y altos funcionarios tabasqueños de los pasados 30 años refieren su reciedumbre.
Por eso dicen con mucha seguridad:
Hernán Bermúdez Requena no traicionará a su principal impulsor, Adán Augusto López, con quien creció y de cuyo grupo político forma parte.
En este sentido, agregan, sería una sorpresa si revelara sus pactos con el actual coordinador de la fracción morenista en el Senado de la República y su sucesor Ca