Para Colonia Caroya, defender lo propio es una verdadera política de Estado desde hace muchos años. Pero no sólo surge de las autoridades, sino también de los productores locales, que vienen desarrollando diversas formas de asociativismo.
Desde la emblemática Bodega La Caroyense, que marcó un verdadero hito en la ciudad y fue una de las más importantes del país, hasta los chacareros que, en plena crisis del sector, se unieron en grupos de “cambio rural” para comprar maquinaria y poder crecer, siempre en conjunto.
Esto, claramente fomentado por las autoridades locales de todos los signos políticos, que siempre respaldaron esta idea de comunidad.
Por eso, hace alrededor de seis meses, cristalizó un proceso que comenzó mucho tiempo atrás, denominado: “Marca origen”.
Ese sello se presentó